Paco, en el avión. Una azafata reparte chicles.
– Oiga, y esto ¿para qué es?
– Para que no tengan molestias en los oídos al cambiar de presión.
Todo va bien. Cuando aterrizan Paco le pregunta a
la azafata:
– ¿Y cómo me quito ahora el chicle de las orejas?