Un madrileño, al que le toca hacer la mili en Cataluña, está muy preocupado y comenta con un amigo:– Con lo raros que son los catalanes! Y encima hablan catalán y no te enteras de nada.– No te preocupes, hombre! Mira, lo primero que tienes que hacer al llegar es preguntar cómo se insulta; así sabrs cuando te faltan al respeto.Llega el madrileño a Barcelona, estación de Sants, y nada mas bajarse del tren se va hacia la primera persona que encuentra y le pregunta:– !Oiga! ¿Cómo llaman a los gilipollas aquí?– No los llamamos, vienen solos de Madrid.