Este es el programa de aseo de Pepito: Lunes: me lavo el pelo… Martes: me lavo la cara… Miércoles: me lavo los dientes… Jueves: me lavo las orejas… Viernes: me lavo las manos… Sábado: me lavo los pies… Domingo:… ¡cambio el agua!
La profesora le pregunta a Pepito: -Pepito, voy a hacerte una pregunta muy difícil, a ver si la sabes. ¿Para ti quiénes son más inteligentes, los animales o los seres humanos? -Los animales, señorita. -¿Estás seguro, Pepito? -¡Pues claro! Cuando yo le hablo a mi perro él me entiende, y en cambio cuando me ladra, […]
La profesora le pregunta a Pepito: -Pepito, a ver si sabes la respuesta: ¿con cuántos ceros escribirías un millón? -Con seis ceros, señorita -responde Pepito. -Muy bien, Pepito -lo felicita la profesora- ¿Y con cuántos escribirías medio millón? -¡Muy fácil, con tres!
La maestra le llama la atención a Pepito: -¡Pepito, en clase no se puede dormir! Y Pepito le responde: -¡Desde luego que no, con los gritos que da!
Estaba Pepito en casa jugando en su habitación cuando va junto a la madre y le dice: -¡Mamá, mamá, he visto una cucaracha tan grande como un avión! -¡Pepito, te he dicho ochocientos mil millones de veces que no exageres!
El profesor le dice a Pepito: -Presente: Yo ayuno, tú ayunas, él ayuna, nosotros ayunamos, vosotros ayunáis, ellos ayunan. Y ahora repite lo que acabo de decir. Dice Pepito: -¡Que aquí no come ni Dios!
Pepito está llorando ante el fregadero de la cocina. Su padre le pregunta: -¿Por qué lloras, hijo mío? ¿Qué te ha pasado? -¡Pues que se me ha caído un cubito de hielo en el agua caliente, y ahora no hay manera de encontrarlo!
Pepito se está comiendo un trozo de tarta de chocolate y le dice a su madre: -Mamá, ¿es verdad eso de que no hay que dejar para mañana lo que puede hacerse hoy? -¡Por supuesto, Pepito! -le confirma su madre. -¡Pues entonces pásame el resto de la tarta, que me la acabaré ahora mismo!
Pepito le cuenta a su madre: -Mamá, hoy la profesora nos ha explicado que los peces grandes se comen a los más pequeños. ¿Es cierto? -Claro que es cierto, Pepito. -¿Y también se comen a las sardinas? -También, hijo mío. -¿Y cómo lo hacen para abrir la lata?
A ver, Pepito, di el nombre de un gran descubridor. -Usted, profesor. -¿Yo? -Sí, porque siempre descubre que no me sé las preguntas.