En una demanda de divorcio, el juez pregunta a la demandante:
– Señora ¿está usted segura de lo que está pidiendo? ¿Quiere el divorcio por COMPATIBILIDAD DE CARACTERES? ¿No será lo contrario?
La mujer le contesta al juez:
– ¡No, señor juez! Es por COMPATIBILIDAD. A mí me gusta el cine, y a mi marido también. Me gusta ir a la playa, y a él también. Me gusta ir al teatro, y a él también. A mí me gustan los hombres… ¡y a él también!