Dos serpientes se encuentran en los límites de la selva amazónica. La primera está exhausta, y la otra, al verla en aquel estado, le pregunta: -Amiga, pareces muy cansada. ¿Qué estás haciendo aquí? -Espero a que aquel perezoso atraviese el sendero. -¿Y hace mucho que esperas? -¡Ufff! ¡Solo te diré que empezó a cruzar el camino hace dos mudas!