Después de una noche de beber sin parar, el borracho Eustaquio llama por teléfono a un amigo y le dice muy alterado: -Tío, ayer bebí demasiado. Tienes que venir a ayudarme. Soy incapaz de empezar a montar el puzzle que tengo. -¿Qué clase de puzzle? -Según la foto de la caja, es un tigre. Como el amigo es un amante de los puzzles, decide ir a echarle una mano. Al llegar, se acerca a la mesa donde están todas las piezas dispersas, al lado de la caja. Mira las piezas, mira la caja y le dice a Eustaquio: -Mira, para empezar, no veo cómo unir estas piezas para formar el tigre. Osea que mejor metemos los Frosties de Kellogg’s en su caja, ¿vale?