Un hombre entra en una perfumería y pide un champú. El dependiente lo mira un instante y pregunta, con voz monótona: -Grasiento, casposo, aceitoso, reseco… -Oiga, yo he venido a comprar un champú, no a que me insulten.
Esperamos que hayas disfrutado del chiste "El hombre de la perfumería"