En el vagón de un tren viajaban un viejo con el pelo todo
engominado y un joven punk. El viejo no podía quitar el ojo del decorado del chaval, con el pelo tan multicolor, la mayor parte verde, un tupé amarillo y la melena a rayas de colores que parecía un arco iris. En esto, el chaval se mosquea de las miradas del viejo y le dice:
– ¿Quee paaassa, abuelo? ¿Me va a decir que de joven nunca hizo nada raro?
– ¡Claro que si! Una vez me lo hice con un papagayo y estoy pensando si tú no serás mi hijo.