Esto era un gallego que fue por primera vez a una pelea de gallos en Mexico. No tenía mucha idea pero se decidió a apostar. Había allí uno que parecía que entendía y le dijo: -¿Usted sabe cual es el gallo bueno? -Sí claro, el gallo bueno es el blanco. El gallego se fue a donde las apuestas y allí invirtió su dinero. Pero la cosa no salió bien porque justamente el gallo blanco acabó destrozado, muerto. El gallego se acercó al mexicano y le dijo: -Pues menos mal que sabía cual es el bueno, menuda paliza, ¿cómo me dice que es el bueno? -Es la verdad, el blanco es el bueno. El malo es el negro, un auténtico asesino.