Estaba Jaimito en un teatro y de repente se levanta de su butaca y empieza a gritar: -¡Vendo huevos! ¡Huevos veinte céntimos! En esto uno de los actores del teatro grita: -¡Tenemos que seguir con la obra! ¡Saquen al niño de los huevos! Y dice Jaimito: -¡No! ¡De los huevos no que ya me voy!