Esto es un solterón empedernido, que se encuentra con una vecina que le dice:
–Pero hombre, ¿usted cómo es que no se casa? ¿No cree que ya es hora de sentar la cabeza?
–¿Casarme? ¿Para qué, si tengo unas hermanas que me cuidan, me miman y me dan todos los caprichos…?
–Sí, bueno, pero sus hermanas no pueden darle lo que una mujer…
–¿Y quién le ha dicho que son hermanas mías??