Esto eran dos gallegos muy tontos que iban de camino a casa tras el trabajo y uno le dice al otro. -Mira Juan, en el bolsillo tengo unas monedas, a ver si aciertas las que tengo. -Vale Pepe, pero si acierto me quedo con una. -Ya, jeje, es más, si aciertas te puedes quedar las dos. -Ok, pues… ¡cinco!