Marido y mujer, ya no muy jóvenes, están en la cama. Y ella, en un momento de apasionamiento, exclama: -¿Te acuerdas, querido, de nuestra primera noche? Yo fui muy tímida y arisca al ofrecerte todo de mi misma… -¿Todo? -preguntó él con un tono burlón. -Bueno, todo lo que habían dejado los demás…