Un hombre se encuentra una lampara y la frota, sale el genio y le dice:
– Te concederé un deseo.
Y el hombre le dice:
– Deseo que mear sidra.
– Deseo concedido
Cuando el hombre llega a su casa le dice a su mujer:
– ¡Cariño meo sidra!
Y le dice su mujer:
– Toma, echame en esta copa
y su marido le dice
– No cariño, tu bebes a morro